Análisis de Amber Isle, empieza tu adorable negocio en una aldea de Paleosaurios

En un título de simulación de vida, existen diferentes tipos de jugador: los que buscan desafíos económicos o logros de sistemas complejos, y los que prefieren una experiencia tranquila. En mitad de estos dos perfiles, se han comenzado a ver juegos que se adaptan completamente a todos los perfiles. Aquí hace aparición Amber Isle, una propuesta relajante que mezcla la gestión de recursos, la exploración y las relaciones entre habitantes de un mundo habitado por simpáticos dinosaurios.

El estudio Ambertail Games junto a Team17 como distribuidor, presentaron en octubre del año pasado, una experiencia sacada de un cuento prehistórico. Y es que Amber Isle no intenta revolucionar el género, pues a veces lo más importante es relajarse mientras construyes, creas y compartes. En este análisis de Amber Isle, hemos tenido la oportunidad de jugarlo en profundidad en su versión de PC (Steam).

Deja huella en la isla de Paleosaurios

Aterrizamos en Amber Isle de una forma un tanto peculiar: creamos nuestro personaje, un dinosaurio de apariencia completamente personalizable y caemos literalmente del cielo. De un modo u otro, nuestra caída nos lleva a una tienda en ruinas, pero lista para vivir. Nuestra función en este mundo de dinosaurios, es reconstruir la tienda para volver a darle el brillo que tenía. Con la ayuda de los carismáticos vecinos, iremos progresando poco a poco en el negocio y descubriendo sus historias.

El creador de personajes es una de las primeras sorpresas. Se puede elegir entre distintas razas de dinosaurios, ajustar formas corporales, colores, detalles y hasta accesorios. Es un sistema simple pero muy completo. Es más, en mi caso, he agradecido que el juego cuente con diseños muy originales ya creados para elegir, pues hay tantas opciones que me estaba costando decidir.

Desde el principio, el tono del juego queda claro: nada de prisas. Lo que sostiene la historia no son giros inesperados, sino las interacciones cotidianas, las conversaciones con los Paleosaurios con su tono sarcástico y el placer de ver cómo tu pequeña tienda avanza con el paso de los días.

Una isla viva, aunque con límites

En Amber Isle, la isla está dividida en zonas con distintos biomas, playas, selvas, llanuras y un pequeño poblado donde conoceremos a los Paleosaurios. Cada uno tiene su personalidad marcada, su rutina y, en muchos casos, sus propias manías. Algunos son más sociables y charlatanes, otros apenas nos dirigen la palabra hasta que les ayudamos con algo. Este tipo de interacciones sencillas, ayudan a que la isla se sienta viva, aunque a veces se notan ciertos límites en cómo se desarrollan las relaciones.

El sistema social no es tan profundo como podría parecer al principio. Podemos charlar con los vecinos, entregarles objetos y mejorar la afinidad, pero las conversaciones tienden a repetirse con frecuencia. Eso hace que al cabo de unas horas ya hemos escuchado la mayoría de sus frases. No es un problema grave, pero sí resta un poco de frescura al día a día. Se nota que el objetivo del estudio no era crear un simulador social complejo, sino algo más sencillo donde el jugador pueda relajarse.

Aun así, la forma en la que el mundo reacciona a nuestro progreso es bastante satisfactoria. Cuanto más tiempo pasamos en la isla, más personajes aparecen y más vida se genera a nuestro alrededor. Es fácil perder la noción del tiempo mientras recogemos materiales o atendemos la tienda, y eso, en un juego de este tipo, es una buena señal.

La gestión de tu negocio y el día a día del juego

Cada jornada sigue un ciclo bastante claro: salir a recolectar materiales, fabricar objetos, abrir la tienda, vender lo que puedas y reinvertir las ganancias para seguir mejorando tu pequeño negocio. A pesar de ser un bucle bastante simple, engancha bastante el ver como cada día puedes desbloquear más objetos crafteables para vender o decorar la tienda. Poco a poco ves un progreso.

El apartado de artesanía es uno de los más completos del juego. Podemos dedicarnos a la carpintería, al tejido, a la cocina o incluso a fabricar instrumentos musicales. Cada disciplina requiere materiales diferentes y se va desbloqueando con la inspiración, una especie de experiencia creativa que obtenemos al cumplir encargos o probar nuevas combinaciones. Es un sistema que invita a experimentar con un ritmo lento pero constante.

La mecánica principal de Amber Isle es el sistema de venta a partir de la tienda. Podemos colocar los productos a vender, decidir sus precios e incluso regatear con los habitantes por más o menos dinero. Algunos incluso te piden encargos personalizados, lo que le da un pequeño toque de variedad al negocio. Hay detalles muy simpáticos, como tener que barrer el suelo durante la jornada, porque los clientes tienden a dejarlo todo perdido de huellas. Son pequeñas rutinas que, aunque simples, aportan vida y personalidad al día a día.

Todo parece muy relajante y bonito, realmente lo es, aunque en cierto punto de la partida las tareas se repiten con frecuencia y no hay demasiados cambios. Algún festival, una visita especial o una mecánica que de un poco más de movimiento al ciclo diario habría venido bien. El arranque también tiene sus altibajos. El tutorial es más largo de lo necesario y tarda bastante en soltarte la mano. Durante las primeras horas da la sensación de que el juego no termina de confiar en que se pueda avanzar por sí mismo. No llega a hacerse pesado, pero sí algo torpe en el ritmo. En un juego de exploración y socializar, apetece desde un momento temprano poder hacerlo, y hasta pasados unos días de juego, no se da esa libertad. Una vez que todo se abre y empiezas a gestionar la tienda a tu manera, la experiencia mejora bastante.

Un apartado visual lleno de encanto, pero con interfaces mejorables

El apartado artístico de Amber Isle es uno de sus mayores puntos positivos. Los modelos de los Paleosaurios están llenos de personalidad: cada uno tiene gestos, colores y movimientos que los hacen realmente carismáticos. Todo el diseño del juego transmite mucha ternura, desde los escenarios hasta las animaciones.

Sin embargo, las interfaces no están a la altura del resto. Los menús y cuadros de texto tienen un aspecto demasiado simple y poco integrado con la estética general. A veces resultan confusos o rompen la inmersión, especialmente cuando pasas mucho tiempo en la gestión de la tienda. No arruinan la experiencia, pero sí te pueden sacar un poco del ambiente cuando no encuentras algo fácilmente o aún no te has familiarizado.

A pesar de sus pequeños fallos, Amber Isle cumple perfectamente con su función: hacerte desconectar de tu jornada laboral real y llevar tu pequeña tienda virtual. Poco a poco mejorando la tienda y desbloqueando más objetos decorativos, además de conocer más a los habitantes de la isla. Consideramos que Amber Isle quizás tiene un precio que complica un poco su entrada, aunque suele contar con muchas ofertas. Recomendamos aprovechar una de ellas para comenzar tu aventura paleosáurica.

Amber Isle se encuentra disponible para Nintendo Switch por 24,99 € y PC (Steam) por 34,99 €. Aunque en este momento, en Steam está al 50% de descuento por 17,49€ hasta el 20 de octubre.

Portada del juego

RECOMENDADO

Puntos positivos

  • Muy relajante y entretenido cuando buscas calma y tranquilidad
  • Los diseños de Paleosaurios son muy carismáticos y originales
  • Tiene contenido de sobras para varias horas de juego

Puntos negativos

  • Las interfaces son un poco confusas y rompen ligeramente la inmersión
  • Nos hemos encontrado algún pequeño bug con la cámara
  • Tutorial un poco extenso e inquietante

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Redactora
Amante de los gatos negros y de los cozy games. Probablemente me leerás en artículos de las entregas de Level-5.