Análisis de NINJA GAIDEN: Ragebound

Hoy os traemos un análisis en profundidad de los aspectos más importantes de NINJA GAIDEN: Ragebound, un juego que se lanzó el pasado 31 de julio de 2025 para Steam, Nintendo Switch, Play Station y XBOX. Este título, desarrollado por el estudio español The Game Kitchen y publicado por Dotemu y Joystick, pertenece al género de acción y plataformas o beat ‘em up. Aunque se trata de un estudio español, la saga Ninja Gaiden tiene sus orígenes en Japón, a finales de los años 80. En esta nueva entrega, tal como nos adelantaron en la presentación y el tráiler, jugamos como Kenji, un discípulo de Ryu Hayabusa.

En Ninja Gaiden: Ragebound nos situamos en los inicios de la saga, pero en un relato donde Ryu Hayabusa no es el protagonista, si no su discípulo Kenji. La historia inicia con Ryu y Kenji entrenando en la aldea cuando suceden dos hechos clave. El padre de Ryu ha muerto y la aldea está siendo atacada por demonios. Kenji insta a Ryu a seguir con los últimos deseos de su padre mientras que él asume la responsabilidad de proteger la aldea de estos seres del infierno. No obstante, el ataque solo es el principio y el peligro va más allá de su hogar.

En paralelo, el clan Araña Negra también es atacado por los demonios y es Kumori la responsable de darles caza y someterlos. Sin embargo, no todo sale como lo previsto y ambos protagonistas de clanes rivales han de crear una alianza para enfrentarse a los malvados demonios.

Ninja Gaiden: Ragebound ofrece una jugabilidad de dificultad intermedia. Los jugadores pueden disfrutar de la experiencia con los movimientos básicos de Kenji pero permitiendo a los más hábiles realizar combos más largos y combinar diferentes acciones. La base es la habitual en un desplazamiento lateral de este calibre. Atacar, rodar o lanzar proyectiles a distancia dan bastante juego a la hora de acabar con los enemigos. Combinarlos pueden hacer las peleas un auténtico baile del lado de los jugadores.

El juego se estructura en fases que repiten la misma fórmula constantemente. Un nivel compuesto por la parte de desplazamiento lateral donde nos enfrentamos a pequeñas oleadas de enemigos que impedirán nuestro avance, un enemigo final mucho más poderoso y que si logramos vencer avanzaremos también en la historia del juego. Por suerte, disponemos de puntos de control y de intentos infinitos cuando se trata de enfrentarnos al jefe final. Lo que nos permite aprender las dificultades del terreno, los patrones de los enemigos y mejorar nuestras habilidades como ninja. Además, al final de cada fase el juego nos mostrará la puntuación obtenida, en un rango entre D y S.

Una mecánica que entra como novedad en esta obra son los coleccionables y las habilidades de los personajes. Los coleccionables están representados por escarabajos que funcionan como moneda de cambio en la tienda. Podemos conseguir mejoras para los protagonistas o desventajas, como anular los puntos de control. Estas últimas permiten desbloquear el rango S, relegado a los jugadores más hábiles y expertos. También existen unas calaveras de cristal repartidas por todas las fases que nos harán dar más de una vuelta por todos los niveles para encontrarlas.

El combate tiene un diseño particular donde la mayoría de demonios enemigos son derrotados tras un golpe. Como ninjas, disponemos también de un ataque cargado que permite eliminar enemigos que no cumplen esta regla. Para nuestra suerte, siempre que hay un enemigo más dura encontraremos un enemigo que activará este supergolpe. En todo momento estaremos atento a donde aparecen los enemigos buscando este para no perder el combo de bajas enemigas.

Por último, el diseño de niveles es muy variado. Cada fase cuenta con sus enemigos comunes y otros más particulares, lo que ayuda a situar y ambientar el escenario. Además, con el terreno pasa exactamente lo mismo. Las zonas boscosas cuentan con ramas en forma de plataformas flotantes, mientras que el templo permite colgarse de las tejas para seguir avanzando.

Esta entrega de la saga es un juego en 2D con estética ninja y futurista con un pixelart de locura como ha demostrado hacer The Game Kitchen. Los escenarios no son solo bonitos; cuentan con detalles que aportan personalidad a cada fase y permite distinguirla de las siguientes.

En referencia a la banda sonora, combina motivos orientales más al principio cuando nos situamos en la aldea para luego dar paso a temas más sintetizados que recuerdan a las arcades clásicas. Cada fase cuenta con un tema único que conecta con la esencia del nivel, ya sea una cueva o una mansión.

En esta sección del análisis de Ninja Gaiden: Ragebound he recogido todas las impresiones y sensaciones que he sentido mientras jugaba, todo desde mi punto de vista.

En primer lugar, destacar el apartado artístico. Que belleza de juego. Los escenarios transmiten una identidad propia con sus detalles y cómo interactuamos en algunos casos con paredes o plataformas en movimiento. No es fácil justificar algunas zonas para acorralar al jugador o que sean orgánicas como el terreno. Sin embargo, se siente como un puzle muy gran encajado con mucha soltura. A todo eso le sumamos un control muy fluido a la altura del frenesí del juego. Controles que responden muy bien y que permiten ponerse en peligro para obtener mejores puntuaciones además de aportar una gran satisfacción cuando se realizan muchos combos seguidos. Casi se trata más de intuición y dejarse llevar que de pensar cual va a ser nuestro próximo movimiento.

La historia también juega un papel muy importante. Introduce varios giros que pueden llegar a sorprender y nos mantienen interesados en la trama además de querer seguir aporreando las teclas y buscar enemigos más formidables. También la utilizan para justificar las mecánicas que utilizamos, por lo que es de aplaudir que las cosas sucedan y tengan una aplicación directa en las acciones que podemos hacer.

Los coleccionables escondidos por caminos secundarios o ligeramente fuera de la pantalla aportan un extra a la exploración además de ser la moneda de cambio en la tienda de ventajas. Es un ciclo que se retroalimenta constantemente invitando a la exploración a la vez que recompensa con nuevas habilidades o logros.

Otro aspecto a tener en cuenta son los puntos de control en cada nivel. Convierten el recorrido en una prueba y error, sobre todo la primera vez, sin la presión de tener que empezar desde el principio, que suele desembocar en frustración. De forma similar ocurre con los jefes finales de cada fase. Puedes retarlos una y otra vez si te vencen sin necesidad de recorrer todo el nivel. Esto permite enfocarse en aprender el patrón y probar nuevas técnicas para vencerlo más rápido. Aclaro también que si te equipas los objetos que obligan a empezar de nuevo estas ventajas desaparecen. Al ser algo opcional, permite a jugadores de todo tipo experimentar a su ritmo y que sea agradable para la gran mayoría.

El único aspecto negativo que he podido detectar, muy personal, es que en ciertos puntos da la sensación de que ya has pasado por ahí. Como si se hubiera repetido el patrón del terreno y el factor sorpresa de no saber que se viene ahora no existe. Es una impresión muy particular que he sentido un par de veces en varios niveles.

Por último, destacar también que además de los equiparles, también es posible modificar la dificultad base del juego. Una experiencia para los más valientes y gratificante que solo unos pocos lograrán disfrutar.

Llegamos a la última parte de este análisis de Ninja Gaiden: Ragebound. En pocas palabras, es una obra de una calidad excelente. Con una jugabilidad muy divertida y adictiva con un toque de dificultad muy asequible para los jugadores.

Es un juego que fácilmente puede llegar a 5-6 horas en función de lo hábiles que seamos luchando contra los jefes, pero que en buenas manos se puede completar en algo menos seguramente.

Después de realizar este análisis, Ninja Gaiden: Ragebound es un juego con un toque de aire fresco para la saga y para sus desarrolladores. Han sabido replicar la esencia de Ninja Gaiden y aportar su visión más moderna pero coherente con lo que se espera de un beat ‘em up. Además, aunque la próxima entrega de la saga principal será en los próximos meses, este juego nos permite introducirnos en la saga e indagar más en las vidas de los protagonistas a lo largo de los juegos previos.. Ninja Gaiden: Ragebound se puede adquirir en Steam, Nintendo Switch, PlayStation y XBOX Series por 24,99€.