Análisis de Mika and The Witch’s Mountain, cuando Ghibli conoció a Wind Waker

Bienvenidos a este análisis de Mika and The Witch’s Mountain el nuevo videojuego de Chibig, un estudio de desarrollo y edición de videojuegos con sede en Valencia. Una servidora se encargó de analizar su anterior videojuego, Koa and the Five Pirates of Mara, el cual atesoro con mucho cariño, es por ello que ansiaba con ilusión jugar a Mika and The Witch’s Mountain y comprobar si la magia que sentí en aquel momento fue algo puntual.

En este análisis de Mika and The Witch’s Mountain os explicaré cómo mi relación con este juego ha sido parecida a su trama. Un juego que empecé con ilusión, pero con el que me di de bruces hasta poco a poco reconciliarme y rápidamente enamorarme. De algún modo, al igual que la protagonista, he tenido mi propio viaje. Como dato, he completado el juego prácticamente al 100%, aunque dado que no existen guías aún, puede que me haya dejado algo. La versión jugada es la de Nintendo Switch.

Cuando Ghibli conoció a Wind Waker

Las inspiraciones del título han sido claras desde el principio y compartidas por el estudio, plasmar la premisa de Nicky, la aprendiz de bruja dentro de un entorno reminiscente de The Legend of Zelda: The Wind Waker. Estéticamente el juego es precioso, consiguiendo un estilo cartoon y colorido que creo que le da un toque confortable (o «comfy», como se ha puesto de moda últimamente). Y no es solo es agradable en lo visual, en lo que se refiere a la isla y sus habitantes, la gran mayoría de personajes son empáticos y se implican en tu causa, reforzando los temas comunitarios de la trama.

Toda la aventura trascurre en una isla, tras llegar para ser instruidos por la maestra bruja Olagari. Ésta nos lanzará desde la cima de la montaña rompiendo nuestra escoba con la caída, por lo que deberemos hablar con los habitantes para reconstruirla y mejorarla.

Para conseguir esto trabajaremos en el puesto de correos como repartidora, lo cual nos acercará a los distintos personajes de la isla. A medida que los conozcamos, dejaremos de verlo como un trabajo y más como favores para hacer feliz a esas personas con las que hemos empatizado.

Repartidora con ansiedad

La jugabilidad es mi único problema con este juego. Para empezar, la primera escoba no nos dejará tomar las corrientes de aire que permitirán desplazarnos más rápidamente, limitando las zonas a las que podremos acceder. Esto es algo que a penas dura media hora, ya que rápidamente tendrás la escoba arreglada, lo cual te permitirá moverte con facilidad por la isla.

Mi mayor problema, trabajas como repartidora y los paquetes tienen 3 tipos de condiciones.

• El limite de tiempo: son pocas y suelen ser a lugares cercanos.
• El paquete no debe mojarse: me gusta bastante, te obliga a ponerte creativo pensando las rutas para llegar a tu destino.
• El limite de golpes que pueden recibir los paquetes.

El juego tiene un tono sosegado, pero yo únicamente he sentido ansiedad durante la primera mitad. Las colisiones funcionan regular, por lo que cuando vas hacia un bordillo rápidamente, no sabes si chocarás o pasarás por encima. He llegado a recibir golpes por girar rápido, otras por tomar una corriente de aire y rozar ligeramente una roca del camino que, por algún motivo, se consideró colisión. Si el paquete se rompe, tendrás que volver al principio.

No creo que el juego quisiera darme ansiedad, temiendo chocarme con cualquier cosa sin verla venir, la idea la entiendo pero mi problema es cuando no lo esperas. Si voy rápido, sin fijarme, es culpa mía, pero el juego no es visualmente claro e identificar los peligros en el camino puede convertirse en una lotería. Debido a esto, mi primera sesión de juego terminó tras comenzar a sentirme mal y aburrirme. Aunque mis dos siguientes sesiones fueron extensas y las disfruté enormemente.

Durante la segunda mitad del juego, dominando los controles y conociendo el mapa, el juego se convierte en un viaje mucho más disfrutable.

Un juego con mucho corazón

Igual que el último juego que jugué de la desarrolladora, su punto fuerte para mí no es su apartado estético, ni la jugabilidad, es el cariño y el corazón con el que siento que se tratan ciertos temas. Los distintos personajes se sienten realmente cercanos y auténticos. Tanto por por su felicidad contagiosa, sus inseguridades o problemas con los que podemos empatizar. Desde sentir que pueden abrumar a otros y preferir el aislamiento, a incluso miedos tan cercanos como a no estar a la altura de lo que esperan otros de ti.

Pero sin duda alguna, la parte que me enamoró de este juego, es la siguiente. Dejad que os de algo de contexto. Como aprendiz de bruja, tendremos que llevar una serie de cosas a nuestra nueva maestra, como pueden ser una tableta de chocolate, unas pinturas arcanas, un libro mágico… se supone que cuando consigas volver a subir la montaña deberías llevar todo esto para tus clases.

Tras avanzar lo suficiente… no quiero destriparlo todo, pero en cierto momento se puede utilizar algo de esto para conectar con alguien, para hacerle feliz. Acabar desarrollando profundamente un vínculo con las personas y el pueblo, por encima de lo que vine a hacer originalmente fue, precisamente,lo que hizo que el juego me diera en el corazoncito.

¿POLÍTICA? ¿EN MIS VIDEOJUEGOS?

El otro mensaje que veo constantemente es sobre la lucha de clases, de los jefes que no aportan nada y únicamente consumen a los trabajadores que aportan verdadero valor.

Esto es algo que se repetirá de distintas maneras. Como un señor desagradable cuya fábrica contamina y trata mal a sus empleados. Hasta conversaciones más sutiles donde se pone en duda si deberíamos aportar equipo personal como nuestra escoba a una empresa privada.

Este mensaje se utiliza para fomentar los ideales de convivencia y apoyo mutuo que bañan todo el juego. Al igual que nosotros ayudamos al pueblo, ellos nos ayudan a nosotros. También se trasmite la idea de que habrá gente que intente aprovecharse de nuestro trabajo, que se cree por encima y no aporta a menos que obtenga algo a cambio.

Este mensaje encaja muy bien en el tono general y el trato con los distintos personajes, así que es bastante bien recibido. Desgraciada y sorprendentemente, esta trama cierra de una manera abrupta y muy poco satisfactoria, como si faltase un acto entero mas relacionado con este asunto.

Entonces, ¿Lo recomiendas?

La verdad es que, sin duda, lo recomiendo. Únicamente y como suelo apuntar, es importante saber a lo que vas. El juego es corto, me ha durado un total de 8 horas completarlo casi del todo, y como he dicho, siento que el tema de las colisiones puede frustrar sobre todo al principio. Quitando eso, el juego es fluido, agradable, los personajes caen bien y tiene bastante corazón, por lo que sentirás esa pequeña alegría y confort mientras lo juegas, dejando un muy buen sabor de boca tras los créditos.

Gracias por leer este análisis de Mika and the Witch’s Mountain.

Podéis adquirir Mika and the Witch’s Mountain en su formato digital por 19’99€ en Steam y Nintendo Switch este 21 de agosto, aunque más tarde este mismo año llegará a PS4, PS5, Xbox Series S y X.