Llevo dos semanas jugando Assassin’s Creed Shadows, la última entrega de la saga de Ubisoft, y para celebrar lo mucho que me está gustando, hoy os traigo algunos datos curiosos sobre Naoe y la República de Iga (o Iga Sokoku Ikki – 伊賀惣国一揆 en japonés), el lugar donde creció la protagonista ¡Vamos a ello!
¿Una república en el Japón feudal?
Puede sonar extraño, pero la idea no es nueva. Ya en el siglo XVII, el Bansenshukai —un manual ninja escrito por los Fujibayashi, el mismo clan al que pertenece Naoe— recogía una frase reveladora:
«Mientras todos obedecían a sus señores, los hombres de Iga y Kōga eran libres y hacían lo que querían».

¿Cómo era posible esto? Estas comunidades independientes surgían por dos motivos principales:
- Revueltas campesinas, como la de Kaga, donde monjes y agricultores se alzaron y gobernaron la región durante un siglo.
- Falta de interés geopolítico: Iga era una zona montañosa, con bosques densos y pocas tierras cultivables. Sus habitantes vivían de la tala, la caza y la recolección, y aunque su madera era apreciada (usada incluso en templos), no era un territorio crucial en las guerras entre daimyos.
Al no haber un señor feudal fuerte, el vacío de poder permitió el surgimiento de las Ikki (ligas), donde campesinos y jizamurai (guerreros rurales) tomaban decisiones en asambleas. Iga funcionaba como un protoestado autogobernado: no pagaban impuestos al shōgun ni a ningún daimyo, comerciaban libremente y eran autosuficientes.
¿Fueron los habitantes de Iga ninjas reales?
A mediados del siglo XVI, estos grupos comenzaron a actuar como mercenarios, dando origen a la leyenda de los shinobi (el término correcto, ya que «ninja» es una lectura posterior).
El primer registro histórico de sus tácticas aparece en el Tamon-in Nikki (1541), donde se describe cómo 80 guerreros de Iga y Kōga infiltraron el castillo de Kasagi:
- Incendiaron almacenes.
- Capturaron murallas sin ser detectados.
- Robaron armas y suministros.
Aunque no está claro si actuaron por contrato o por alianzas políticas, su eficacia los hizo famosos. Entre ellos, tres nombres destacaron como los grandes jōnin (上忍, líderes shinobi):
- Hattori Hanzō (el más legendario).
- Momochi Sandayū.
- Fujibayashi Nagato (el padre de Naoe en el juego).
¿Existió Naoe?

Como es habitual en la saga, los desarrolladores rellenan vacíos históricos con ficción. Sabemos que el clan Fujibayashi sobrevivió a Fujibayashi Nagato (personaje semi-legendario), y aunque no hay registros de una hija, no sería extraño que la tuviera: las crónicas de la época solían omitir a mujeres y figuras menores. Así que Naoe es un personaje inventado, pero su contexto —el clan Fujibayashi, la autonomía de Iga y su papel como shinobi— está arraigado en hechos reales. Ubisoft logra integrarla de forma orgánica en los eventos históricos que rodearon al clan, respetando el espíritu de la época.
Tenían un entrenamiento similar al de los asesinos del juego
La gente de Iga basaba su entrenamiento en 4 campos.
- Habilidades básicas: Caza y rastreo, orientación y condicionamiento físico. Todas las personas de la liga seguían, aunque no fuesen combatientes en activo se mantenían en forma.
- Guerra Irregular (忍術 – Ninjutsu): Sigilo y ocultación, caminar de forma silenciosa, uso de disfraces, técnicas para escalar muros con cuerdas y ganchos [algo que vemos mucho en el juego] uso de ganzúas, técnicas de sabotaje como crear incendios o envenenar pozos de agua, o como esparcir rumores eficazmente. Este entrenamiento lo recibían todas las personas que participaban activamente en las misiones fuera de la aldea.
- Entrenamiento de combate: todos recibían el entrenamiento con armas, pero el nivel del entreno iba acorde a su nivel de implicación en las misiones. Destacan el lanzamiento de armas arrojadices, el uso de la Kusarigama (Hoz con cadena) o de explosivos. También se enseñaba el uso del Tanto, un cuchillo largo y la Katana, así como técnicas de interrogatorio.
- Entrenamiento psicológico: Resistencia al dolor, baños helados para aguantar el frio, ejercicios de respiración, lealtad a la comunidad, técnicas de quitarse su propia vida para no revelar secretos.
Lo que si no hacían era vestir de negro. Normalmente se disfrazaban de gente que realizaba oficios itinerantes y se infiltraban buscando trabajo como cualquier persona en una ciudad nueva. No existían tampoco “escuelas secretas”. Sino que la educación de los shinobi se daba en casa o a nivel local y se transmitía de padres a hijos. Y por supuesto, ¡Tampoco tenían superpoderes!
El entrenamiento empezaba sobre los 6 años y a partir de los 14 empezaban su aprendizaje con armas. Las mujeres además aprendían también técnicas de seducción y se infiltraban como cortesanas o sirvientas en las casas de sus objetivos.
Cuando conocemos a Naoe en Assassin’s Creed Shadows, ya domina las técnicas avanzadas de combate, pero su agilidad, sigilo y conocimiento del terreno delatan algo clave: su entrenamiento comenzó siendo una niña, siguiendo la tradición real de los shinobi de Iga.

En definitiva, a pesar de ser una ficción histórica, Assassin’s Creed Shadows logra algo notable: presentar en Naoe a la asesina más verosímil desde los tiempos de Ezio y Altair. Su fuerza no está en habilidades sobrehumanas, sino en cómo encarna los ideales de shinobi y asesina.
Como Ezio en su momento, Naoe no es un superhéroe, sino un producto orgánico de su tiempo y de las tristes circunstancias que rodean el destino de Iga. Jugar con Naoe es realmente divertido y, si habéis leído esto, ahora además sabéis un poco más sobre cómo fueron los auténticos shinobi que le han dado vida.
Espero que disfrutéis jugando con Naoe en Assassin’s Creed Shadows.