Análisis de Pony Island, oscuro y adorable

análisis de Pony Island

Hoy os traemos un análisis en profundidad de los aspectos más importantes de Pony Island, un juego independiente que fue lanzado el 4 de enero de 2016 para Steam. Este videojuego desarrollado por Daniel Mullins Games, pertenece al género de puzles y terror. Trataremos de ganar la partida en Pony Island, un juego que está roto.

Historia y contexto

Pony Island somos un jugador que se ha quedado atrapado dentro de una máquina recreativa. El objetivo será salir, pero una entidad maligna no quiere dejarnos ir. Un juego adorable de ponis en realidad esconde un oscuro demonio el cual quiere quedarse con tu alma.

Por otro lado, un personaje mucho más amigable y que se quedó atrapado hace mucho tiempo, tratará de escapar contigo, ayudándote en algunos puzles y niveles. Si no conseguimos sabotear los sistemas y encontrar la salida, nos quedaremos atrapados como esta pobre alma.

Jugabilidad

Pony Island se presenta como un juego que casi todas las acciones las llevamos a cabo a través del ratón. Solo puntualmente haremos uso del teclado. Desde tocar los menús hasta controlar al poni de la recreativa e incluso poder desplazarnos por el mapa en ciertos niveles.

Podemos dividir los tipos de niveles ya que cada uno de ellos ofrece mecánicas y desafíos únicos. En primer lugar encontramos los niveles de navegación por menús, donde moveremos objetos, romperemos textos o escribiremos por el teclado. La experiencia inicia en una colorida y adorable pantalla de Pony Island, pero rápidamente nos daremos cuenta de que el juego no funciona.

Por otro lado, tenemos el verdadero juego de Pony Island. Como jugadores, manejaremos un poni que se desplaza automáticamente en un escenario arcade. Tendremos la capacidad de saltar y de disparar rayos láseres para sortear los diferentes peligros. Aunque pueda parecer sencillo, cada nivel de Pony Island aumenta la dificultad, así como algunas mecánicas para agregar variedad a los niveles.

El último tipo de nivel consisten en puzles estilo drag and drop donde tenemos que completar líneas de código para conseguir un objetivo. La gracia de estos niveles es que aparecen cuando tenemos que manipular el juego y esquivar al demonio que quiere mantenernos cautivos, como si estuviéramos hackeando al sistema.

Con estos tipos de niveles tenemos en nuestras manos un juego dentro de otro juego, donde la entidad que lo habita intentará retenernos, se comunicará a través de frases sueltas y constantemente romperemos la cuarta pared. Además, incluye un objeto coleccionable llamado ticket, que se consigue principalmente de salirnos de la línea principal. Por ejemplo encontrar un minijuego, realizar una acción muchas veces o simplemente pulsar donde vemos la palabra ticket.

Apartado audiovisual

Pony Island cuenta con un estilo retro y en pixel-art, principalmente con tonos blancos y negros simulando la apariencia de una máquina arcade antigua. Sin embargo, vamos viendo que también se incluyen los colores RGB y sus mezclas para representar errores e incluso diferenciar unas pantallas de otras. Todo con el objetivo de mantenernos desconcertados pero a la vez enganchados.

En cuanto a la música, los temas principales de los niveles melodías cortas y repetitivas inspiradas en los videojuegos clásicos. Según avanzamos en la historia, y descubrimos la naturaleza del demonio, la música evolucionará al punto de distorsionarse. En algunos momentos incluso se acelera o se silencia de repente, indicando al jugador que algo está ocurriendo.

Respecto a los sonidos, nos acompañan tras cada acción que realizamos. Nos permiten también saber cuando el camino no es correcto ya que siempre está asociado a un determinado sonido.

Impresiones

En esta sección del análisis de Pony Island he recogido todos las impresiones y sensaciones que he sentido mientras jugaba, todo desde mi punto de vista.

En primer lugar, destacar que este juego lo he jugado por recomendación. Por el nombre ni siquiera me lo hubiera tomado enserio creyendo que se trata de algún juego infantil. Nada más lejos de la realidad, el creador trae una propuesta super interesante, que engancha desde el mismo momento en el que pulsamos sobre iniciar partida.

Un detalle que particularmente me gusta es que es un juego sin pistas. Te sueltan frente a una pantalla y ya te apañas tú como jugador para saber que debes hacer. El primer instinto es interactuar con todo, lo que nos lleva a entender cuál es la dinámica principal y a descubrir los primeros coleccionables.

La forma en la que se desarrolla el juego te confunde constantemente. Te hace creer que estás repitiendo un nivel, pero siempre agrega un detalle que lo hace diferente. La especialidad de Pony Island es confundirnos, hacernos dudar de nuestras acciones pero a la vez recompensa tomar caminos alternativos o decisiones fuera de lo común. Cómo derrotar o no a cierto personaje.

Además, a todo eso le sumamos la figura del demonio que no quiere dejarnos ir y constantemente nos engaña. Observa nuestros movimientos de cerca, a veces reiniciando el juego, otras se enfada porque rompemos el sistema. Todo para generar un ambiente donde solo quepa energía negativa, terror, incertidumbre y asfixia hacia el jugador.

Por último, un detalle que suma muchísimo a la experiencia es como funcionan los diálogos. Puedes sentir cuando un personaje te habla desde la sinceridad o está tratando de disimular un engaño. Esto último, lo vemos con textos que se escriben más despacio y el tono del personaje al emitir sonidos cambia, como si realmente estuvieras hablando con alguien.

Conclusiones del análisis de Pony Island

Llegamos a la última parte de este análisis de Pony Island. En resumen, Pony Island presenta una propuesta intrigante, atemporal y con muchos giros de guion.

Es un juego ligero, que puedes completar en una tarde por su corta duración. Pero aunque dura un par de horas, es realmente adictivo y nunca sabes cual va a ser el siguiente movimiento. La forma de resolver los puzles y de conseguir algunos coleccionables es muy original.

Completar la historia no desbloquea niveles adicionales, por lo que no tiene mucha rejugabilidad. Sin embargo, sí se desbloquea un menú de selector de niveles, lo que nos permite tratar de buscar los coleccionables sin tener que completar el juego de nuevo.

Después de realizar este análisis, Pony Island es un juego que puedes jugar en cualquier momento. Aunque han pasado casi 10 años desde que se publicó, las mecánicas no se ven afectadas y el rendimiento es excelente, además de no necesitar un ordenar potente. Es ideal si buscamos una experiencia diferente a lo que jugamos habitual y descubrir el género de metajuegos. Pony Island se puede adquirir en Steam por 4,99€.

MUY RECOMENDADO

+ Puntos positivos

  • Historia intrigante
  • mecánicas variadas
  • coleccionables escondidos e inteligentes

- Puntos negativos

  • Poca rejugabilidad

Redactora y administradora
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