Es momento de hablar de un tema que me lleva molestando desde que salió Pokémon GO en España, y hoy toca hablar de él.
Hoy, en Madrid, ha habido la mayor Pokequedada, superando incluso a la de Sidney. Las críticas, por supuesto, han caído como granizo sobre quienes han decidido participar en este maravilloso evento. Y no sólo hoy, ciertos medios y ciertos individuos, generalmente conservadores, no han tenido reparo en atacar a los fans de Pokémon en general, y Pokémon GO en particular.
¿Qué argumentos han sido utilizados contra nosotros? La más profunda y mísera ignorancia. La incapacidad de adaptarse a las nuevas formas de entretenimiento. La tendencia a sentirse superior en base a los gustos de los demás en comparación con los del individuo. El impulso de imponer un estilo de vida al resto de la sociedad.
¿Qué diferencia hay entre quien ataca a una persona por jugar a Pokémon GO con un homófobo? Ninguna. Ambas personas critican a quienes tienen una preferencia (ya sea de ocio o sexual) que no genera ningún tipo de daño y tienen la voluntad de imponer su forma de pensar así como el sentimiento de creerse superior en base a sus propias preferencias personales.
Parece que España todavía no ha evolucionado, como lo haría un Metapod a Butterfree. Somos una sociedad cargada de prejuicios tan superficial que nos dedicamos a etiquetar a la gente por sus gustos. Da igual si eres biólogo, voluntario en una ONG o una madre de familia que se mata a trabajar todo el día para mantener a su familia. Recuerda que si dedicas aunque sea un mísero segundo a jugar a Pokémon GO, eres un inútil que contribuye a constituir una sociedad peor.
¿Sabéis cuál es el problema? Que hacéis mucho más daño del que creéis con vuestras críticas sin fundamento y llenas de toxicidad. Hay gente que antes no se atrevía a decir que le gustaba Pokémon, y que estaban altamente estigmatizados por la sociedad. Y ahora que por fin pueden expresar sus gustos, venís como »gran élite de la sensatez» a crear inseguridad con vuestra demagogia barata.
Lo que parece que no sabéis, es que hay muchísima gente con problemas que apenas se atrevía a pisar la calle. Y que gracias a Pokémon GO, les es mucho más fácil salir a pasear por la ciudad y conocer a nuevas personas que comparten sus gustos. ¿DESDE CUANDO ES MALO FOMENTAR LA INTERACCIÓN SOCIAL Y LA ACTIVIDAD FÍSICA? Ha habido muchos casos de personas con trastornos del espectro autista que la salida de Pokémon GO les ha supuesto un antes y un después en su estado de salud. Madres y madres llorando por ver a sus hijos caminar por el pueblo, y hablar con otros niños que comparten los mismos intereses.
También ha ayudado a crear actividades en familia. Padres y madres, con sus hijos, caminando por la playa en búsqueda de un Magikarp o un Staryu. ¿Porque sabéis qué? ¡Oh, sorpresa! A los adultos también les puede gustar Pokémon. ¿Sabéis qué más? ¡Que quienes más frecuentan esta página son personas de 16 a 24 años de edad! Porque un videojuego que precisamente es para todos los públicos, no tiene edad.
Lo peor, quizá no sea la escoria que con su lengua viperina critica los gustos de los demás causando daño a quienes no hacen nada malo. Lo peor, es que los propios fans de la franquicia, en el impulso de sentirse exclusivos, ataquen a Pokémon GO como fenómeno de masas. Es cierto que hay casos en los que la rabia está justificada. Conozco a muchas personas que han sufrido acoso escolar por haber jugado a Pokémon, y ahora esos mismos abusones están jugando a Pokémon GO. Exceptuando esos casos de hipocresía, creo que no tenemos ningún derecho a atacar a las personas por incorporarse recientemente a la saga. ¿No habéis pensado que cuantas más personas compartan nuestros gustos, mejor? No sólo a efectos sociales, sino a nivel de merchandising. Pokémon vuelve a ser grande otra vez, y ojalá lo fuese tanto como en el pasado, donde nos encontrábamos a Pikachu hasta en las bolsas de patatas Lays.
