Análisis de Spirit of the Island para Nintendo Switch

En el mes de octubre salió a la luz Spirit of the Island para Nintendo Switch, PlayStation 4/5 y Xbox Series X/S. Desarrollado por la empresa de videojuegos independientes 1M Bits Horde, nos sumerge en una cautivadora isla tropical situada en un archipiélago donde tendremos un papel muy importante en la historia. Desde la necesidad de garantizar tu supervivencia hasta convertir tu isla en un próspero destino turístico. El juego ofrece una experiencia completa de simulación de vida gracias a las clásicas mecánicas de juego de granjas, además de poder socializar con los isleños.

Las mudanzas nunca han sido fáciles

El juego arranca con la creación de personajes donde tendremos bastante libertad en cuanto a la elección de nombres se trata, no solo tenemos la oportunidad de nombrar a nuestro protagonista, sino que también podemos dejar nuestra marca en nuestro terreno, la isla y la región. Lamentablemente, la personalización visual del personaje podría haber sido más expansiva, limitándose a pequeñas modificaciones en peinados y tipos de ojos. Personalmente, una creación de personajes completa puede cambiar totalmente la ilusión de empezar una aventura en un juego de simulación de vida y rol. A pesar de esta limitación, la estética cartoon y sencilla del juego concuerda perfectamente con el tierno visual del protagonista.

Una vez creado nuestro personaje y ser introducidos en su historia, nos instalaremos en una isla tropical lista para ser transformada en un paraíso turístico. Sin embargo, las manos vacías marcan el inicio de nuestra travesía. Una breve introducción nos sumerge en las mecánicas principales de Spirit of the Island, destacando la recolección y la interacción con elementos del mapa como pilares esenciales para el progreso.

El juego ayuda mucho al jugador para poder iniciarse con las herramientas y mecánicas, lo cual se agradece mucho para toda persona que se inicie en este género. Aún así, considero que el estilo de tutorial que han seguido es muy flojo, pues todo se enseña a partir de ventanas emergentes con una interfaz bastante pobre y párrafos muy grandes. Para niños, las guías que no se acompañen con contenido audiovisual de muestra quizás se les puede hacer algo complicado leer.

Un visual atractivo para todos los públicos

Como he mencionado anteriormente, Spirit of the Island cuenta con un apartado gráfico de estilo cartoon bastante destacado por sus formas redondas y anchas. No he podido evitar sentir que estaba jugando a un Animal Crossing o The Legend of Zelda Link’s Awakening. Las luces juegan un papel muy importante, pues nos dicen en que punto del día nos encontramos.

Teniendo tan buen potencial gráfico, me esperaba una interfaz acorde, pero no ha cumplido mis expectativas. Esta es bastante sencilla, hecha con tonos que no resaltan mucho con los colores del fondo ni siguen el mismo estilo. Cada vez que abro el mapa o el inventario siento que me he desplazado a otro lugar.

En el modo portátil, la letra es un poco pequeña y quizás puede hacer que fuerces ligeramente la vista en partes con párrafos amplios o de letra pequeña. Algo parecido sucede con el apartado de misiones, pues es de tono claro y quizás haya momentos del día o zonas que por su iluminación no se alcance a leer fácilmente.

Desgraciadamente, no solo me ha parecido algo simple la interfaz sino que el uso de ella, al menos en Nintendo Switch modo portátil, es un poco incómodo. Para mover objetos por el inventario, observar el mapa u otras opciones, se hace bastante molesto los botones elegidos. Sinceramente, no lo veo un problema más que una comodidad de cada uno, pero me ha resultado un tanto tedioso.

Una infinidad de mecánicas clásicas

Spirit of the Island cuenta con un sinfín de mecánicas que pueden resultarnos familiares en juegos de simulación de granjas y de vida. Desde cultivar, hasta talar madera y construir estructuras.

Algo que me ha llamado la atención es que puedes decidir cuantas horas dormir. Hay muchos títulos del sector que no cuentan con esta mecánica, pues debes saber gestionar tu tiempo o energía para completar toda la jornada. Para los jugadores que buscan una partida más tranquila dedicada a la decoración, les irá como anillo al dedo. Mientras que a los jugadores más intrépidos que les gusta la dificultad, saber gestionar recursos y enfrentarse a retos, siguen teniendo la opción de dormir doce horas. Buena solución para ambos tipos de usuario.

No debemos pasar por alto la importancia que Spirit of the Island otorga a la alimentación y la hidratación. Nuestro personaje no solo depende de un indicador de energía para mantenerse en pie, sino que también gestiona dos medidores adicionales: sed y hambre.

Después de la primera misión principal, desbloquearemos el acceso al poblado. Aquí podremos aumentar nuestro nivel de amistad con los habitantes de la isla según la conversación que tengamos con ellos, así que hay que ir con cuidado. Me gusta la posibilidad de aumentar y disminuir la relación que se tiene con cada aldeano, pero no me gusta que no tome mucha importancia en el juego.

Al llegar al pueblo, también tendremos la posibilidad de aceptar encargos, algo que tampoco me ha acabado de convencer ya que estos son bastante repetitivos o algunos imposibles de conseguir en el inicio del juego.

Sí es cierto que la exploración y combate del juego aporta una gran cantidad de objetos, pero eso no quita que sea bastante pobre. De primeras irás con la mochila siempre llena hasta que puedas ampliarla, ya que podrás sacar materia prima de hasta debajo de las piedras. Sino lo que me ha dejado mal sabor de boca, es que las zonas cuentan con muy poco enemigo y mucho elemento repetitivo. Más aún siendo un juego ambientado en un archipiélago, esperaba tener más variedad en las islas. Este tipo de juegos suelen contar con diferentes oficios o roles, dándole al jugador completa libertad de elección y así ser premiado por ello. Si sueles decantarte más por las peleas, no te recomiendo hacerlo.

Con los recursos disponibles, podemos realizar construcciones en la mesa de fabricación. Inicialmente, se nos presenta una visión completa de todas las opciones desbloqueadas, mostrando los materiales necesarios para cada fabricación. Sin embargo, la búsqueda del objeto deseado y la visualización de todos los detalles pueden resultar un tanto complicadas con todo desplegado.

Finalmente, una mecánica innovadora es la creación de tiendas y estructuras accesibles al público. En la etapa final del juego, cuando has transformado la isla en un destino turístico de ensueño, tienes la posibilidad de generar ingresos mediante la venta de productos y la satisfacción de los turistas, de manera similar a juegos como Cities Skylines o Roller Coaster.

Aunque considero que esta mecánica es divertida e innovadora, no estoy completamente satisfecha con su ejecución. El juego, desde el principio, ya es muy completo, lo que implica que se tarda bastante en llegar a esta fase. Además, una vez que se alcanza, la economía tiende a ser bastante estable, lo que limita su relevancia en el desarrollo de la historia. Personalmente, habría preferido que esta mecánica fuera central desde el inicio, permitiendo abrir la isla a visitantes desde el principio y así comenzar a mejorar las ganancias y el contenido de entretenimiento desde el comienzo de la partida.

Historia

Los juegos de simulación no suelen destacar por tramas muy elaboradas, y lamentablemente, Spirit of the Island no será la excepción. Su narrativa es simple aunque no considero que sea un defecto. Nos veremos envueltos en una tarea de recolectar escritos para desentrañar un misterio sobre nuestro origen. Una trama que si os interesa resolver, os animo a echarle un ojo.

Al igual que sucede en Stardew Valley, si eres un jugador enfocado en el progreso de la granja, la acumulación de dinero o recursos, es probable que la historia pase a un segundo plano. Además, Spirit of the Island presenta un extenso mapa por explorar que puede forzarte a dejar algo de lado la historia principal.

Conclusiones finales

Soy una persona que disfruta los juegos de granjas y simulación como ningún otro. Este género se encuentra probablemente entre mis juegos más jugados y siempre me fascina probar y descubrir nuevos títulos con los que volver a vivir una nueva experiencia campestre.

Spirit of the Island trata de mezclarnos muchísimas mecánicas divertidas en una sola entrega hasta el punto de parecer dos juegos distintos unidos en uno solo. Algunas están muy bien implementadas, mientras que otras se han quedado un poco dejadas de lado o en segundo plano por la importancia de otras. Aún así, mi experiencia ha sido positiva. He sentido ganas de explorar todas las islas y de conocer a los isleños. No podía faltar la ilusión por descubrir que animales podía cuidar en mi humilde terreno y sobre todo, decorar y organizar todas mis estructuras.

Si eres una persona que admira el género, te recomiendo darle una oportunidad a Spirit of the Island. El contenido del juego es bastante extenso para el precio que tiene, así que tendrás muchísimas horas de diversión para poder seguir ampliando y reconstruyendo la isla. Además, si tienes amigos o familiares con los que jugar, podrás disfrutar de las ventajas que aporta el modo cooperativo. (Imprescindible suscripción a Nintendo Switch Online).

Me gustaría ver de cara a futuro actualizaciones que amplíen el contenido de las islas y de los encargos de aldeanos. También me encantaría ver una mejora en las interfaces del juego para así hacerlo más inmersivo al estilo artístico. Para ser un juego independiente, 1M Bits Horde ha hecho un buen trabajo de portabilidad a consolas.

Si os interesa lanzaros al mar en busca de vuestra isla de ensueño, podéis adquirir Spirit of the Island en la página oficial de Nintendo eShop por tan solo 24,99€.

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