Análisis Nintendo

Análisis de Curse of the Sea Rats para Switch

Curse of the Sea Rats es producto de una exitosa campaña Kickstarter donde unos 6.000 patrocinadores confiaron en el proyecto contribuyendo 242.395€ en total, logrando así poder lanzar el juego en Nintendo Switch, PlayStation 5, PlayStation 4, Xbox One, Microsoft Windows, Xbox Series X y Series S.

He de decir que me encantan las ratas, los piratas y los «metroidvania», aunque no sea un gran fan del género. Curse of the Sea Rats, desarrollado por el estudio catalán Petoons Studio, mezcla todos estos elementos para dar luz a una especie de «ratoidvania».

Cuatro ratas peleando por un amuleto

El juego comienza con una secuencia animada describiendo la situación de nuestros protagonistas, prisioneros que se encuentran en un barco en alta mar y se ven afectados por la maldición de la bruja Flora Burn (seguramente inspirado por la corsaria Americana con el mismo nombre), la cual los ha convertido a todos en ratas. Tras llegar a un acuerdo con el capitán del barco, su cometido será hallar el modo de recuperar su forma original consiguiendo, a cambio, su libertad.

Los 4 personajes jugables

Durante esta aventura, podremos elegir de entre un elenco de 4 personajes: David Douglas, Buffalo Calf, Bussa y Akane Yamekawa. Cada uno de ellos cuenta con un conjunto de movimientos y habilidades totalmente únicos, por lo que lo más recomendable es probar a cada uno de ellos un rato y echarle un ojo a su árbol de mejoras para elegir el que más se adapte a nuestro estilo de juego.

Personalmente, he terminado usando más a Akane Yamekawa y Buffalo Calf, ya que el estilo de combate con lanza de Akane y los proyectiles junto a ataques rápidos con dagas de Buffalo resuenan mucho más con mi estilo de juego habitual.

Uno de los juegos más bonitos de este año

Sin duda alguna, la mayor fortaleza de Curse of the Sea Rats es su apartado visual. Sus personajes y cinemáticas 2D, totalmente dibujadas y animadas a mano, son una maravilla de ver. Como contraparte, los escenarios están modelados en un 3D estilizado que casa bien con la estética de los personajes, por lo que en conjunto se ve genial. Además, veremos una gran variedad de entornos distintos a lo largo de nuestra aventura.

Por desgracia, no es oro todo lo que reluce, y aunque puedo afirmar que es uno de los juegos más bonitos que he visto este año, a Curse of the Sea Rats le pesan dos cosas al otro lado de la balanza: el port de Nintendo Switch y la jugabilidad.

La versión que he podido jugar es la de Nintendo Switch, y debo decir que la experiencia ha sido un poco incómoda en algunos momentos. En primer lugar, el rendimiento ha sido estable durante la mayoría del tiempo, excepto en algunos momentos de acción y abundantes enemigos en pantalla, donde el juego no se sentía fluido (por bajones de entre 10 y 15 fps).

Por otra parte, me he encontrado con algunos bugs que desconozco si son exclusivos de esta versión o si suceden en el resto de plataformas: el primero de ellos fue una pelea contra un jefe, donde mi personaje era inmortal, y el segundo se trata de una caja de diálogos durante cinemáticas donde era imposible leerla, debido a que se salía de la pantalla.

Como nota positiva, debo decir que el juego está localizado a 12 idiomas distintos, incluido el catalán (idioma en el cual he jugado yo, ya que el juego es de un estudio barcelonés y es mi lengua materna). Además, también cuenta con doblaje en inglés, algo que siempre agradezco.

Jugabilidad y combate

Me gustaría explicarme sobre la razón por la que he dicho antes que la jugabilidad era una de las cosas que le pesaba más a Curse of the Sea Rats. Desde el primer momento, llama la atención lo bien que se ve el juego, aunque tras jugar durante un rato he sentido que ciertos elementos en el movimiento de los personajes, así como de la fluidez en las peleas, se siente extraño y desequilibrado.

Durante el tiempo que le he dedicado, no he sentido que el combate esté bien diseñado del todo. Por poner un ejemplo, en un «metroidvania» creo que el movimiento se debe sentir ágil incluso sin habilidades de movimiento como el doble salto, es decir, me gustaría poder ir corriendo, saltando y atacando sin apenas detenerme. En este caso, cada vez que pulsamos el botón de ataque, toda nuestra acción se detiene, dando esta sensación de tener que correr, pararse a pegar y moverse otra vez, y hasta que la animación de ataque no ha terminado del todo, no podemos hacer nada más.

Al darme cuenta de esto, pensé que quizás es porque el juego quiere que juegue de otra manera, es decir, usando el parry, un movimiento que si lo ejecutamos justo al recibir un golpe, dejaremos aturdidos unos segundos a los enemigos para poder pegarles libremente.

He de decir que, personalmente, esta mecánica me encanta en los juegos y podría ser la explicación para que Curse of the Sea Rats tenga un ritmo más pausado en el cual tenemos que jugar de forma reactiva, pero el problema reside en que no es para nada satisfactorio acertar esta técnica. Le falta algún tipo de feedback, tanto visual como auditivo, como un destello y un sonido que me dejen claro que he acertado y noqueado al enemigo, dejándolo en el suelo.

Dificultad y progresión

Algo que he notado desde el principio es que quizás tenga un problema con la dificultad del título, o con su forma de explicarnos la jugabilidad. Al principio, morí (sin exagerar) más de 10 veces en la primera pantalla, ya que me costó mucho acostumbrarme al movimiento y los ataques, además de que, por alguna razón, todos los enemigos hacen un daño absurdo, ocasionando que muramos de dos o tres golpes en la gran mayoría de casos.

Al principio me parecía un poco desesperante, pero creo que me terminé acostumbrando a las posiciones y patrones de ataque, aunque sigo pensando que el cangrejo ermitaño del principio del juego no debería poder matarme de dos golpes.

Como mencioné, tenemos a 4 personajes, cada uno con un estilo único y un árbol de habilidades propio. Los personajes únicamente comparten el nivel alcanzado, pero no comparten los puntos usados para invertir en el árbol de mejoras, por lo que si queremos mejorar a más de uno, tendremos que matar enemigos sin parar y conseguir esos puntos de mejora.

El árbol de habilidades me ha parecido simplemente decepcionante. A parte de algunos puntos concretos que nos dan nuevas habilidades activas o mejoras de nuestras magias únicas, el resto se sienten totalmente insubstanciales, ya que la mayoría son mejoras de «3% de probabilidad extra de crítico», «3 más de daño», «5 más de defensa», etc.

Los jefes no me han parecido difíciles, sino aburridos, ya que como he mencionado anteriormente, el combate es totalmente reactivo, lo que ocasiona que al conocer todos los movimientos de los jefes, las batallas sean solamente esperar en un espacio en el cual evitar sus ataques, aprovechar nuestra ocasión para atacar y así sucesivamente.

Conclusión

Me sabe mal que el juego flaquee en la mayoría de aspectos jugables, ya que cuando lo vi por primera vez tuve muchas de jugarlo y de ver cómo se desenvuelven la historia y los personajes. Por lo que he podido ver, el consenso general sobre la opinión de Curse of the Sea Rats no se aleja demasiado de lo que he contado en este análisis.

Teniendo en cuenta que el juego es producto de una campaña de Kickstarter, me gustaría saber qué piensan los desarrolladores y si tienen planes a futuro cercano para intentar solucionar estos problemas, dado que, en cierta parte, se deben a los que confiaron en el proyecto durante la campaña.

Si os gustan mucho los «metroidvania» y creéis que podéis pasar por encima las cosas que están por pulir, os recomiendo sin ninguna duda echarle un vistazo al juego ya que tiene un precio asequible de 19,99€ en la eShop de Nintendo Switch. Si sois como yo, que el género os gusta pero no demasiado, dejadlo en vuestra lista de deseados para esperar a una rebaja o a que se arreglen algunas cosas mediante una futura actualización, si es que sucede.

RECOMENDADO

+ Puntos positivos

  • Apartado artístico sobresaliente
  • Sistema de combate simple de entender
  • Está doblado al inglés lo cual aporta a la inmersión

- Puntos negativos

  • Árbol de mejoras poco estimulante
  • Si quieres subirte varios personajes tendrás que farmear
  • Los objetos de tiendas en general no se sienten útiles

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Mentalmente viviendo en Hoenn. Físicamente editando videos y escribiendo sobre videojuegos.