Hoy os traemos un análisis en profundidad de los aspectos más importantes de A Juggler’s Tale, un juego independiente que fue lanzado el 29 de septiembre de 2021 para Nintendo Switch. Este videojuego desarrollado por Kaleidoscube, un estudio de videojuegos indie alemán, y pertenece al género de aventura cinemática. Jugaremos como Abby, una marioneta que desea ser libre.
Historia y contexto
La historia en A Juggler’s Tale es muy sencilla y corta. Nos encontramos en una taberna y Jack es un famoso cuentacuentos. Jack decide relatar la historia de Abby, una marioneta que desea ser libre.
Abby es una niña que pertenece a un circo ambulante pero la vida de artista le ha arrebatado su propia vida y desea con todo su ser escapar del circo. Cuando acaban las funciones, Abby es encerrada cada día en una jaula, al igual que el resto de animales, como si de mercancía se tratara. Sin embargo, esa noche decidirá huir y vivir su propia vida.
Como es evidente, al director del circo esto no le hará ninguna gracia y contratará a Tonda, un despiadado ladrón. Tonda y sus hermanos perseguirán a Abby para capturarla y traerla de vuelta al circo.
Jugabilidad
A Juggler’s Tale es un juego con pocas mecánicas pero muy bien ejecutadas. Por una parte, podemos desplazarnos y saltar para sortear algunos obstáculos, como rocas, ríos o alcanzar zonas de mayor altura. También podemos interactuar con diferentes objetos para colgarnos de cuerdas, coger y lanzar dichos objetos o resolver puzles y avanzar.
Pero lo más llamativo de todo es que, Abby es una marioneta y al igual que todos los otros personajes de esta obra, tiene hilos que limitan sus movimientos. Por ejemplo, si tenemos algún poste en nuestro camino, los hilos se engancharán con él y no podremos avanzar, por lo que deberemos buscar cajas para subirnos al poste y pasar por encima.
Esto no aplica solo para Abby, ya que durante nuestra huida tendremos niveles donde deberemos aprovechar estas limitaciones a nuestro propio favor para que los enemigos no puedan alcanzarnos a través de los escenarios.
Apartado audiovisual
A Juggler’s Tale es un juego 3D con una cámara horizontal de temática fantástica al estilo cuento de hadas, aunque con un toque sombrío. No tiene grandes animaciones más allá del propio movimiento de los personajes y los objetos interactuadles. En ocasiones nos encontramos con animales y multitudes de personas y se nota mucho que son modelos secundarios porque apenas tienen detalle.
Solo podemos movernos en dos dimensiones y esto puede dar la sensación de estar repitiendo constantemente lo mismo. Sin embargo, todos los escenarios tienen mucha personalidad. Al principio y al final de cada acto nos recuerdan sutilmente que estamos en una obra de teatro gracias a los típicos decorados de cartón. El resto del camino está lleno de piedras, alturas, paisajes y sonidos que te sumergen por completo en el mundo de Abby. Además, cada acto está muy diferenciado del anterior en cuanto a temática, por lo que no se siente tan repetitivo.
Por último, destacar que no solo es importante los sonidos ambientales, si no que en todo momento estamos acompañados del narrador. No solo estará contando la historia para los que están viendo la obra desde fuera, si no que también le indica a Abby los peligros del entorno y da pistas de lo que debemos hacer para avanzar. Incluso si nos arrepentimos de haber escapado del circo y decidimos dar marcha atrás tiene algunas intervenciones. El papel de Jack es crucial en esta historia porque en ningún momento nos permite aburrirnos mientras avanzamos y sientes como si realmente estuvieras viendo la obra en una taberna.
Impresiones
En esta sección del análisis de A Juggler’s Tale he recogido todos las impresiones y sensaciones que he sentido mientras jugaba, todo desde mi punto de vista.
En primer lugar, que los controles aunque sean muy básicos, el agarre y lanzamiento no es nada cómodo. Requiere de bastante precisión en algunos casos por parte de los joycons y puede resultar frustrante. Sobre todo cuando se requieren acciones rápidas. Decir que los objetos que podemos coger en muchas ocasiones se camuflan tanto con el escenario que realmente el reto parece más encontrar el objeto que resolver el propio puzle.
Por otra parte, el narrador siempre esta presente adornando la obra con sus rimas. También participa brevemente en algunas escenas y lo vemos reír, asombrarse y lleno de ira cuando las cosas no siguen el guion que ha preparado. No solo es el encargado de narrar la aventura de Abby si no que también cuestiona sus decisiones: ¿realmente queremos huir y enfrentarnos al mundo real, lleno de peligros? ¿Oye, no irás a tirar un carro por un puente para seguir con tu libertad, no? Si nos sumergimos en la historia, como jugador, sientes que se dirige hacia a ti y realmente te planteas si estás haciendo lo correcto o no.
Sin embargo, aunque juega aun papel crucial para dar personalidad y cautivarnos con la historia de Abby, puede terminar siendo un poco pesado a cada rato escuchar sus comentarios.
Entre las cosas que más me han fascinado se encuentra la canción de Tonda y los ladrones. Hacia la mitad de la obra somos capturados finalmente por la banda de Tonda y tenemos una cinemática de apenas 1 minuto de su gente cantando. La verdad es que la canción es espectacular y aunque son los malos de la historia, también te recuerda que seguimos en una obra de teatro y que nada es real.
Las animaciones de cada personaje y elemento se mueven como si fueran marionetas de verdad controladas desde fuera de la pantalla. La suma de todos estos elementos te hace olvidar que estás jugando y es como si estuvieras disfrutando de la obra desde tu propio sofá.
Finalmente, un aspecto que me ha parecido muy llamativo es que, siempre avanzamos hacia la derecha huyendo del circo y de los ladrones. Aunque tras concluir el nudo de la historia, decidimos volver hacia el circo y el camino es hacia la izquierda. De esta manera, se siente con mayor certeza que estamos volviendo al origen de la obra. Una decisión muy acertada por parte del equipo de diseño.
Conclusiones del análisis de A Juggler’s Tale
Llegamos a la última parte de este análisis de A Juggler’s Tale. Este juego está creado por un grupo de animadores, por lo que parece más una cinemática en la cuál podemos interactuar.
Completar el juego no nos llevará más de un par de horas. Los pocos puzles que nos encontremos no son para nada complejos pero muchos de ellos no se resuelven de la manera más convencional. Por poner un ejemplo, al inicio de la obra, cuando estamos encerrados en la jaula del circo, podemos lanzar manzanas para hacer ruido y que el director del circo se acerque a recolar la espada que tiramos. En realidad, esto te enseña que el director va hacia donde hay ruido, por lo que la forma de salir de la jaula en realidad es lanzar una manzana cerca de tu jaula y robar la llave del candado.
Es un juego lineal con una historia sencilla y una narrativa con introducción, nudo y desenlace y sin apenas giros de guion, por lo que no vamos a perder el hilo en ningún momento. Si eso ocurriera, nuestro amigo narrador está ahí para recordarnos lo que estamos haciendo.
A Juggler’s Tale es un juego muy bonito, con un escenario muy trabajado. Se nota que han invertido mucho tiempo y cariño para que nos involucremos en la historia de Abby por completo. Al ser un juego corto y con una historia clara, es ideal para una tarde tranquila. Los primeros escenarios son lugares tranquilos en los que puedes pararte a observar a tu alrededor y vislumbrar pájaros, campos y el cielo. Según avanzamos, se torna todo más oscuro y angosto, indicando también que se acerca la banda de ladrones. Sin duda, A Juggler’s Tale es una historia que vale la pena disfrutar.
Puedes encontrar este videojuego alrededor de 14,99€ en Nintendo Switch.
